La voz de mi pueblo: " DIARIO DE BIENSERVIDA" Nº 612 Por D. Luís Serrano
Viernes 7 de Diciembre de 2007.
La voz de mi pueblo.
Diario de Bienservida 612º
13º C. Nublo total 62% humedad, un nublado impúdico, que intenta engañar creyendo acabara en gotas de oro y acaba difuminándose dejando ver un tibio sol. Hasta los aviones que van de bajura al aterrizar vienen con las alas secas, tendremos que esperar para mojarnos.
San Ambrosio celebra su día, vísperas de La Inmaculada. Felicidades a nuestro lector de los Monegros que dejó la ingeniería colgando el titulo en un salón, para dedicarse a la cria del cordero aragonés, la suma expresión del verdadero ternasco, que al horno, rodeado de patatas sabe a gloria entre vaso y vaso de rico cariñena.
Buenos días amigos, después del paseo que junto a Marisa nos dedicamos ayer por la tarde, driblando gente ávida de miradas a escaparates, por el centro de Barcelona, estaba llena a rabiar la ciudad y nadie llevaba bolsas según me indica mi mujer, le contesto que había mucho músico de paseo; bien sabido es que los músicos van a tocar a las fiestas de los pueblos y lo tienen todo gratis, no gastan nada y eso hacian los peatones ayer, andar, mirar y no comprar, el dinero se acaba.
Esto me trae a la memoria la estupenda banda de música que teníamos en el pueblo por los años cincuenta, ¿sería bonito recuperarla?; seguro que debe haber mozalbetes con ganas de aprender fusas y semifusas. Sé que es caro, pero a veces no es cuestión de dinero. ¿Un clarinete-cuanto vale-?, ¡que sean dos! podrá decir algún amante del arpegio. Alguien que enseñe, y ganas de aprender.
Era emocionante encontrarte en Villaverde, Cotillas, El Robledo, Vianos, etc. y ver a Carmelete ojeando chavalas con su clarinete bajo el brazo y a Titi ya mayor orgulloso de su bombo y a Emiliano con su Saxo y Jose Antonio con su batuta, todo puede volver e incluso mejorado ¡ánimo valientes!
Ramblas abajo oigo el trote de unos caballos y me veo los famosos coches de caballos, una galera con techo de horrible plástico blanco, liso y sucio cómo techos. ! ¡Qué autoridades tenemos que permiten tal desaguisado!, ¡que vuelva a nacer Dalí y algo se inventaría para poner techo a las tartanas de paseo!; techo por desgracia innecesario pues el llover es un olvido en estos lares. Es increíble como se puede ser tan obsceno con el paisaje.
Buscando agendas cómodas donde apuntar el devenir diario, entramos en El Corte Inglés, que digo yo, ¿porqué no El Corte Español? y al bajar desde el último piso hasta los bajos, lleno el ascensor, no dejaba de parar en cada planta, con el gasto de electricidad innecesario para frenar, sin que nadie pudiera entrar en él. Es que no es posible corregir este error, si va lleno que pare al final, se gana tiempo, se gana comodidad y sobre todo se gana energia.
Descorriendo el camino llegamos al famoso café-Bar Zurich en la esquina de oro de la Plaza de Cataluña, su altillo anterior, constituye una excelente atalaya para observar sin ser visto el bullicio multicolor, multirracial que acontece bajo los ojos del espía. Es un entretenimiento. Optamos por sentarnos en un banco sobre la acera y Marisa se de una vuelta por una tienda importante. Quedé a la espera.
Un hombre de unos setenta, con barba, jersey, no muy grueso, pelo cano y andares rapidos quedó parado frente a mi banco, al momento llegó otro algo desastrado pero limpio, cerré los ojos yo, pues me deslumbraba un letrero demasiado luminoso y comencé a escuchar, a ¿cuantos tienes? mira, tenía a dos, uno buenísimo y me lo acaba de quitar uno y no he logrado ver donde lo ha escondido, el último en llegar, dijo, yo tengo cuatro, he tenido suerte, uno es muy suave y deja mucho sudor, pero los otros son "fetén". Siguieron ensalzando las propiedaes de "eso" que habían encontrado y pronto llegué a la conclusión de que hablaban de cartones donde dormir esa noche.
Me enteré de donde los escondían, de las características de los mismos y de que empresas generaban más "materia prima". Hablaban descuidados y no parecian tristes, comentaban que era un invierno sin frio ni agua y asi media hora hasta que llegó Marisa. De haber estado yo solo hubiera pegado la hebra y quizás hubiera podido encontrar un reportajae interesante, algo natural como la vida misma.
Hablaron de mujeres, de pueblos lejanos y decian que las batallas contra las mismas son las únicas que se ganan huyendo. Hablaron de la poca educación y de que cuando iban a la escuela cada uno tenía su sitio y el maestro tenía el suyo y todos sabian que era el sitio que tenian que respetar.
Hablaban de la amistad y uno que parecía más culto sentenció "escribe en la arena las faltas de tu amigo". Yo había escuchado que Pitagoras no andaba lejos de ese aserto y eso me demostro que entendia de catetos. Luego hablaron del aceite de linaza, uno tomaba una cucharada a la mañana y confesó no estar enfermo nunca. Es la calle, que enseña....
Me acaban de traer dos nietas para entretener. Amigos voy a hacer de abuelote, voy a dejarme pisotear y abrazar, y voy a divertirme; hasta mañana si Dios quiere. Adiós amigos. Saludos. Luís
1 comentario
Anónimo -
P.S.Que les vayan dando a todos los embajadores por las
credenciales...Menos al de Dinamarca.