EL RINCON DE CHENCHO: "BOMBAS EN LONDRES:¿REPRESALIA POR IRAK O ALGO MÁS PREOCUPANTE?" Por D. Inocencio Arias
Del abortado ataque londinense pueden extraerse ciertas c conjeturas verosímiles:
- Podía haber sido enormemente letal. La colocación de dos vehículos en lugares cercanos a una concurrida sala de fiestas —se especula con que el segundo sería detonado cuando el público abandonara el lugar— hace temer lo peor.
- La autoría parece ser islámica de inspiración Al Qaeda: coche bomba, ataque a un night club que celebraba la velada de la mujer (establecimiento depravado para un fundamentalista), entrada de Brown en el Gobierno (más repercusión mediática), etc.
- Las bombas no estallaron por aparente bisoñez de los terroristas. Lo que, según un comentarista, tiene un lado bueno. Carecen de preparación y son más fáciles de detener. Y uno malo: están surgiendo más jóvenes musulmanes, nativos británicos probablemente, dispuestos a sembrar el terror. Que en vez de un ataque suicida se opte por la voladura de dos coches indicaría, más que un cambio de táctica, la falta de preparación psicológica, de lavado de cerebro, de los criminales.
- La Policía ha detenido a sospechosos y parece tener buenas pistas. Tal vez por ser el centro de Londres, desde los atentados del 2005, uno de los lugares del mundo más vigilados con cámaras de televisión ocultas.
- Habrá previsibles y profundos cambios en el aparato antiterrorista británico: aumento de presupuesto, ¿legalización escuchas telefónicas?, extensión del periodo en que un sospechoso puede estar detenido sin cargos, etc.
La reflexión más importante atañe a las motivaciones de los terroristas. Va llegando el momento de abrir los ojos y de cuestionar la idea de que el agravio de los violentos islámicos contra Estados Unidos o Gran Bretaña arranca de la intervención en Iraq. Gran Bretaña ha anunciado la reducción de sus efectivos en Iraq y con Brown esa política podría profundizarse. La distinción concedida a Rushdie es demasiado reciente como para haber desencadenado el plan. En Gran Bretaña se abren camino, incluso en círculos anti-Blair, otras interpretaciones de más calado.
Hassan Butt, un antiguo terrorista que fue recientemente apuñalado después de decir en la televisión estadounidense que la violencia es un cáncer del Islam, hace unas reveladoras confesiones en The Guardian: “Los que conspirábamos nos reíamos a carcajadas cuando en la televisión británica oíamos a un comentarista diciendo que tal golpe estaba relacionado con la política exterior británica”. Estos comentaristas nos hacían el juego y “ayudaban a ignorar cualquier crítica del verdadero motor de la violencia: la teología islámica” (en su versión perversa y extremista).
Según Butt, la mayor parte de las instituciones islámicas en Gran Bretaña son reacias a discutir temas teológicos y esto, en una confesión que no ve separación entre Iglesia y Estado, deja el camino libre a los extremistas que predican que “hay que luchar por crear un Estado revolucionario que acabará trayendo la justicia islámica al mundo”. Según Butt, el extremismo fundamentalista no necesita excusa de política exterior para golpear a Occidente, si no hay un pretexto inventará otro. Para ellos es una batalla entre el Bien (su interpretación islámica) y el Mal (Occidente).
Abortado en Gran Bretaña, hay que preguntarse cuál será el próximo lugar en que caerá esta lotería siniestra.
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luis serrano -
Martín -