EL RINCON DE CHENCHO: LA GRACIA PRESIDENCIAL Por D. Inocencio Arias
En Washington sigue la polémica sobre el concedido, a medias, por el pesidente a Libby, antiguo jefe de Gabinete del vicepresidente. La oposición, por boca de Hillary Clinton, lo denuncia como muestra de que el amiguismo y la ideología priman sobre la competencia y la justicia. El portavoz de la Casa Blanca replica con sarcasmo que lo de ahora es una fruslería comparado con el número y caracteristicas de los que otorgó Clinton el día de su marcha.
Pero queríamos hablar de algo de más calado en Francia. El presidente Sarkozy no va a hacer uso del derecho de gracia que, heredado de la monarquía, venían, desde hace años, utilizando los presidentes y que, por efecto de la seria reducción de abundantes sentencias, significaba la inmediata liberación de muchos reclusos. Las penas relacionadas con delitos de terrorismo, drogas, los reincidentes y últimamente las de violencia doméstica no entraban en el cómputo pero, incluso así, miles de condenados salían a la calle.
Chirac, por ejemplo, redujo en quince días de cada mes las penas de una abundante serie de condenados en el 2006.
El uso del derecho de gracia viene siendo contestado en Francia. Los Jueces de aplicación, encargados de decretar la reducción de penas, la salida condicionada de prisión..., en función del estudio detallado de cada caso, estiman que la reducción lineal no es justa y es una injerencia en sus competencias.
La eliminación de la misma traerá, con todo, otros problemas. Las cárceles de Francia, ¿donde no?, están atestadas de gente. Una prisión acoge 405 reclusos teniendo una capacidad de 180, en otra, tres se hacinan en una celda de 9 metros cuadrados. Hay un total de 63.598 presos, unos 12.000 más de los que admitiría el sistema. El perdón del 14 de Julio venía aliviando la congestión. La activa ministra de Justicia, Rachida Datij cuyo jefe de Gabinete acaba de dimitir por, al parecer, la paliza de trabajo que le daba, se enfrenta a una reforma judicial en profundidad en la que la persuasión gana puntos en detrimento de la rehabilitación.
El tema del atestamiento en las cárceles emergió asimismo recientemente en el caso de Paris Hilton. La famosa fue puesta inicialmente en libertad habiendo cumplido sólo unos días en virtud de una decisión judicial que faculta al sheriff de Los Angeles a aligerar considerablemente ciertas penas. Origen parcial de la medida: el estado de las prisiones de Los Angeles. Con 20.000 reclusos están a reventar.
Como es sabido, la fama perjudicó a la joven, el escándalo que originó su libertad la llevó a cumplir toda su condena. Lo que no habría ocurrido si se llamase Pat Smith.
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