La voz de mi pueblo: "DIARIO DE BIENSERVIDA" Nº 720 Por D. Luís Serrano
Jueves 3 de Marzo de 2008.
La voz de mi pueblo.
Diario de Bienservida 720º.
20º C. Volvemos al tiempo, a la vida normal, sol, cielo azul, sin esperanzas de lluvia,razón que ha hecho que el Consejero de medi Ambiente de la Generalitat confesase que siendo infiel, declare que pidió agua a la Virgen de Monserrat; estos ateos se creen que Dios y la Virgen están para atender sus ruegos; a ver si se enteran que rezar, pedir, es dar a Dios gracias por lo que tienes sin esperar nada a cambio; lo que ellos hacen es elevar al trapicheo a la categoria de Religión.
Dicho esto me paro en San Pancracio, santo rodeado de perejil por todos los bares, junto a décimos de loteria y cupones de ciegos, para apoyar la candidatura de los mismos y hacer que salgan premiados ¡vano intento!
Buenos días amigos y entramos en nuestro formato habitual recordando que un viaje de Seniors por el Inserso tiene de bueno que un año, el año que cumples 70 te hace caer del guindo y te aclara lo que son las etapas de la vida. Naces joven y los primeros veinte años de tu vida entre mamar, crecer, estudiar si tienes suerte o engancharte al oficio de la tierra o de la fábrica, es una fase rapidísima de la vida. Llegas a los veinte con vigor, te comes el mundo y a lo que produce y tu sexualidad no conoce topes, mujer u hombre a todos les alumbra por igual.
Hasta los cuarenta te posicionas económicamente, te apareas, procreas e intentas educar con la ayuda de la sociedad que pone a tu disposición educadores diversos. Es la época más independiente de tu vida, en ella; olvidas a tus amigos de estudios y de infancia y llega la época entre los cuarenta y los sesenta en que comienzan encuentros con los compañeros olvidados, la vida es más reposada y se disfruta de amistades y de familia, aparecen los primeros nietos y el amor comienza a transformarse en algo diferente, en devoción por los pequeños, en admiración por tus hijos y en ternuras para tu pareja.
De los sesenta a los ochenta, tengo solo la mitad de la experiencia poco a poco te vas dando cuenta en que tienes limites en muchas acciones de tu vida, ya ni te comes ni te bebes todo, ni te meneas como en otro tiempos, te cuesta subir cuestas, conduces de otro modo, la vista empieza a fallarte, a veces no escuchas, tropiezas donde antes era liso, olvidas con rapidez y te cuesta recordar; todo eso poco a poco, son pequeños detalles. Recuerdas cosas de tu infancia y olvidas que cenaste anoche. Las fuerzas disminuyen y con ellas todo tipo de apetencias. Comienzas a vivir de recuerdos y llega un día que te das cuenta que has de dejar de hacer determinadas cosas.
Has de colgar la bici, has de dejar el coche, has de evitar lo dulce y lo salado, no puedes mirar de frente al sol, y al mirar a tu pareja recuerdas otros tiempos. Bien, todo esto es cierto, como es cierto que vives, que aun estas aquí y todo esto en vez de desanimarte ha de darte alas, has de intentar no pararte, has de idear otras cosas, inventarte algo, creer que todavía eres útil, que no te puedes encerrar en ti mismo, que has de volver a brotar con fuerza, sabiendo, eso si, que has de estar preparado para el día en que de verdad, te veas que eres un viejo de verdad y has de estar preparado, para que cuando llegue ese día, sepas que has de seguir siendo un viejo útil, un viejo necesario, hasta que te vayas de verdad.
Bien, pues una semana sin convivir mucho, unos minutos desayunando y algo más cenando, puedes observar a personas como tú, al menos en la edad y sacas muchas conclusiones, viendo como se levantan en busca del alimento expuesto que mas les apetece puedes sacar conclusiones. Sobre todo cuando de un alimento ves que disminuye la cantidad, una mayoría comienza a quejarse, se pone inquieta a la puerta de la cocina esperando sea renovado. Una vez llegan muchos ni le hacen caso. Es digo yo, la supervivencia en instinto del deseo de que no se acabe nada aunque sea innecesario.
Si una fuente de churros desparece en un pis pas, cuando aparece la nueva fuente, los que esperan se dirigen de golpe a por ensaimadas que estan al lado y empiezan a mermar.
Se sale del comedor derecho a la excursión y muchos prefieren no comer el flan por coger los primeros puestos del autocar, si hay fútbol televisado conviene estudiar que partido tiene afición mayoritaria, para saber en que momento entraran en masa al comedor, arreando con todo lo que pillan más a mano.
Yo he visto comerse cinco yogures, varios huevos fritos y sobre el plato lleno de ensalada poner una "parva" de gambas. Muchos platos son devueltos con comida al cubo que recoge sobras. En las excursiones la lucha por los urinarios en las paradas es casi una carrera deportiva, siendo a veces innecesario el correr, porque muchas veces te metes en ellos sin ganas de orinar, pero ya se sabe donde va Vicente, allí va la gente.
Pero ya se puede hablar en los aviones a través del móvil y se sabe igualmente que cuando la Justicia la dirige un "cachondo" se convierte de inmediato en cachondeo, pues cachondeo es por parte de un juez, condenar con la absolución a quiénes filman en video a un disminuido para hacer evidentes a los demas las vejaciones que con el disminuido tienen.
Y algo descubrí en le viaje, ayer al despertar me asomé a la terraza, vi en el horizonte una cosa toda obscura y me dije ¡al fin una nube! Era una montaña cercana. Descubrí el oasis de la civilización.
Amigos hasta mañana si Dios quiere, me voy a recoger nietos al colegio.Una alegría, una santa alegría. Adiós amigos, saludos. Luis
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